Jo, cuánto tiempo, os tengo abandonados. Ni crítica de cine, ni entradas de ningún tipo... tengo una explicación pero no os quiero aburrir con mis historias. Digamos que han sido dos semanas duras e intensas en mi vida y no tenía ni tiempo ni ánimos de escribir nada, pero ya estoy mejor y de nuevo puedo dedicarle tiempo al blog. Como llevo ya un par de semanas que de crítica de cine nanai, aquí os traigo una (aunque no sea viernes.) En este caso he visto El Cuento de la Princesa Kaguya, la penúltima película de Studio Ghibli dirigida por Isao Takahata, el director de la maravillosa La Tumba de las Luciérnagas. Así que aquí os dejo esta crítica para los que tengáis ganas de verla. Eso sí, tendrá que ser en japonés, ya que no hay doblaje al castellano (los latinos tenéis suerte, en latino sí hay doblaje).
En un bosque de bambú viven un campesino cortador de bambú y su esposa. Un día, él encuentra un extraño tallo de bambú que brilla con una luz maravillosa. Del tallo sale una pequeña niña, vestida con ropajes de princesa. El campesino se siente bendecido por los dioses y lleva a la niña a casa donde su mujer decide criarla como hija de ambos. La niña crece más y más rápido y pronto se convierte en una hermosa muchacha. A su vez, el campesino comienza a encontrar oro en los tallos de bambú y decide darle a la pequeña niña la vida de princesa que se merece. Así compra una gran casa y trata a la niña como a una princesa. La nombrarán Princesa Kaguya y muchos nobles caerán rendidos ante su belleza. Pero la joven Princesa tiene deseos que ni el lujo y el dinero pueden satisfacer.