Si pensaba que con South Park y los dibujos de Seth MacFarlane ya lo había visto todo todavía me quedaba por ver La Fiesta de las Salchichas.
Sé que esta crítica de cine llega un poco tarde después del estreno de la película, pero me quedé tan impactada ayer que me veía en la obligación de hacerla.
El caso es que sí, ayer por fin vi La Fiesta de las Salchichas. Película de animación que en mi opinión no ha causado el revuelo que debería. No sé si es porque ha pasado sin pena ni gloria por las taquillas españolas, si es porque la gente que ha ido a verla se siente cohibida y prefiere no hablar del tema, o porque somos todavía tan "flanders" que no sabemos distinguir una buena película de humar negro (negrísimo) y verde (verdísimo) cuando la vemos y asumir que aún siendo dibujos animados te pueden hacer una crítica muy bestia a determinados aspectos de nuestra vida. En fin el caso es que la película me gustó bastante más de lo que esperaba. Y aquí os dejo mi crítica al respecto.
En un supermercado clónico cualquiera, de una ciudad cualquiera de nuestro mundo, los productos que compramos a diario viven en una dimensión alternativa en la que hablan y cantan y... follan. Su vida se limita a ser elegidos por los "Dioses" (personas) para que les lleve al "Más Allá" (fuera del supermercado) para que así pueden alcanzar su verdadera felicidad y objetivo en la vida. El problema vendrá cuando empiecen a escuchar testimonios que cuentan que el "Más Allá" no es tan maravilloso como lo pintan. Así, Frank, una salchicha, y Brenda, su novia bollito, caen del carrito de la compra e intentan volver a su estantería para ser escogidos de nuevo, ignorando los rumores. Pero por el camino descubrirán la horrible verdad que se oculta "Más Allá" de la puerta del supermercado.