Hola a todos mis adorados lectores.
Hoy os traigo una sorpresa de lo más gratificante y algo diferente. Normalmente cuando os hago una review de un libro os explico 12 cosas que me han gustado o llamado la atención del libro o que siento que muchos pensaréis al leerlo. Pues bien, hoy voy a haceros una review muy distinta, con reflexión incluida.
Lo primero dar las gracias a Létrame Editorial por haberme mandado esta novela tan singular y entretenida como sincera y veraz. Hoy vengo a hablaros de La Promesa de Marcela Gómez.
La Promesa nos lleva a través de un viaje autobiográfico por la vida de Marcela, una mujer transexual que desde muy temprana edad se da cuenta de que ha nacido en un cuerpo que no le corresponde. Procedente de México y ascendencia Canaria, ve transcurrir sus primeros años de vida con la certeza de que algún día se convertirá en la mujer que siente ser. Pero la realidad tomará pronto su lugar en la mente de Marcela, quién se verá creciendo en una época, como son los 70 y los 80, donde la falta de información, el desconocimiento, la religión y los prejuicios estarán en su contra.
Al coger por primera vez esta novela no sabía si me iba a encontrar con una historia de ficción o con un tratado sobre la transexualidad, y me ha sorprendido encontrarme con un relato autobiográfico de cómo las personas trans viven (en muchísimos casos) atrapados durante muchos años de su vida en un cuerpo que no es el suyo, sufriendo disforia de género, el rechazo de la sociedad y el rechazo hacia sí mismos, sin entender qué o quienes son o si son los únicos del mundo que se sienten así. Marcela Gómez nos cuenta cómo desde pequeña contemplaba el cuerpo de su madre, sus actitudes, como miraba a sus primas cuando de pequeñas se bañaban juntas y comprendía que no era igual a ellas, pero que se sentía como una más. Cómo al crecer, en una sociedad machista, homofóbica y transfóbica tiene que esconder su verdadera naturaleza, fingir ser quién no es y por ello condenar a su verdadero Yo a un lugar apartado dentro de su corazón, lo que le provocará diversos problemas psicológicos, ansiedad, depresión, incluso intentos de suicidio, problemas que sin duda cualquier persona transexual conoce y a sufrido alguna vez.
Salió hace poco una campaña que ha sido bastante polémica como fue la de "Hay niñas con pene y niños con vulva", promovida por la asociación Chrysallis, cuyos carteles se colgaron en marquesinas de autobuses por la ciudad de Navarra. La campaña no pretendía más que visivilizar y abrir el debate sobre un tema aún demasiado tabú en nuestra sociedad como es el de la transexualidad y especialmente los niños y niñas trans. Seguimos pensando que gay se hace y no se nace y por consecuencia también trans se hace y no se nace. Seguimos pensando absurdamente que los niños son seres influenciables por los estímulos externo y que una exposición a la homosexualidad los vuelve homosexuales, o que ver campañas de transexualidad los vuelve trans, que son humanos asexuados que hasta que no empiezan a desarrollarse y comienzan a tener relaciones sexuales no tienen conciencia de su propio sexo. Esta campaña fue acusada de pornografía infantil y de hacer apología de la transexualidad, incitando a los niños y niñas a cuestionarse su género y por ende sus genitales. Porque seguimos con la absurda idea de que si tienes vagina eres una niña y si tienes pene eres un niño. Pero no quiero ahondar ahora en temas de transexualidad, eso me lo dejo para otro post. El caso es que este libro me hizo pensar mucho en esa campaña, que para mí no hace si no dar visibilidad a un tema que está escondido. ¿Cómo creéis que se siente un niño o niña que sabe que su cuerpo no se corresponde con su cerebro y se cree que es el único ser humano del mundo que se siente así, y por ende es un ser extraño, anormal y debe esconderse para adecuarse a la normalidad? Así se siente la pobre Marcela a lo largo de su novela, como un bicho raro, como el único ser del planeta que habiendo nacido biologicamente hombre se siente mujer. Ella reprocha durante toda la novela que si hubiera tenido la información, la ayuda y el testimonio de otras personas, que hasta los años 90 no le brindó internet, habría sido una persona muy diferente y sin duda no habría intentado aparentar ser lo que no era y mucho menos habría tenido toda la ansiedad y depresiones a las que se vio expuesta durante tantísimos años.
Campaña de Chrysallis
Si eres una persona trans (especialmente mujer trans) o estás interesado en el tema de la transexualidad, este libro sin duda no debería faltar en tu biblioteca. Y es un libro que recomendaría leer a muchos niños y niñas, ya que apenas llega a las 140 páginas y está escrito desde una inocencia y una sinceridad que hacen de la novela algo verdaderamente hermoso, no ahonda mucho en temas de sexualidad, es más Marcela no define claramente su sexualidad, y para mí es un relato que sin duda habrán experimentado muchísimas personas, una historia idéntica a la de muchas otras personas trans. Es enternecedor e inocente como Marcela se refiere a su época escolar, en la que el profesor de educación física les llamaba "maricones" y ella asumía que era un "niño maricón" y como trataba de ocultarlo. El bullying al que se vio expuesta durante su adolescencia y como la sociedad esperaba de ella que fuese el hombre que aparentaba ser y era a ojos de todo el mundo, como decidió casarse por condicionamiento social y como los roles de género le persiguieron durante toda la vida, así como la religión rechazó la existencia de Marcela, la llamó enferma, pervertida sexual, y como la psicología de la época le insistió en que lo que necesitaba era ayuda y que si ella la negaba no podía hacer más, porque tenía que asumir que tenía una enfermedad y un problema psicológico.
El relato de Marcela es una llamada a otras personas transexuales. Es un grito de "no estáis solos" y es un aviso de "no cometáis los mismos errores que yo, no neguéis quién sois y no pretendáis ser lo que no sois". De verdad, es una lectura tan tierna y sincera, tan bien escrita, y tan dolorosamente real que es inevitable al acabar de leerla sentir que Marcela se ha convertido en una gran amiga. Y sinceramente, donde quiera que estés Marcela, si lees esto alguna vez, muchísimas gracias por regalar tu historia al mundo, y espero que inspires y ayudes a muchas personas con tu experiencia.
Por ello le doy un mágnífico:
9/10
No tengo mucho más que deciros, que os recomiendo encarecidamente este libro, que espero vuestros comentarios al respecto, no solo sobre el libro, también sobre el tema de la transexualidad, y que si queréis que hable más profundamente sobre ello me lo hagáis saber.
¡Un saludo a todos y que leáis mucho!
Yo acabo de leerlo y mañana seguramente publicaré la reseña; me ha encantado, de principio a fin, no solo la historia si no la forma de contarnósla, sin acritud, sin rencor, pero llena de esperanza e ilusión.
ResponderEliminarLa libertad de expresión y la de elección está por encima de todo, digan lo que digan los retrógrados, falsos moralistas y mentes obstusas. Admiro la valentía de Marcela y su fuerza.
Un beso, buena reseña.